El cerebro materno experimenta una transformación crucial para el cuidado del bebé, según nuevo estudio

El embarazo no solo cambia el cuerpo de una mujer, sino que también transforma su cerebro de forma profunda y duradera, optimizándolo para las demandas de la maternidad.
Cambios en el cerebro de la embarazada Cambios en el cerebro de la embarazada
La reducción de la materia gris durante el embarazo optimiza el cerebro para la maternidad. Foto: Istock

El embarazo no solo trae cambios físicos visibles, sino que también transforma el cerebro de formas profundas y duraderas. Durante años, los científicos han investigado las alteraciones hormonales y fisiológicas que ocurren en las mujeres embarazadas, pero hasta hace poco, el conocimiento sobre los cambios cerebrales específicos había sido limitado. Un estudio reciente, publicado en Nature Neuroscience, ha proporcionado nueva información sobre cómo el cerebro de una mujer se adapta durante el embarazo, revelando que estos cambios podrían tener un propósito fundamental: preparar el cerebro para las exigencias de la maternidad.

Cambios en la materia gris: optimización para el cuidado maternal

Uno de los descubrimientos más llamativos del estudio es la disminución del volumen de la materia gris en varias regiones del cerebro. Este cambio fue observado en más del 80% de las áreas cerebrales analizadas en la participante del estudio, una mujer de 38 años que se sometió a un total de 26 escaneos de resonancia magnética a lo largo de su embarazo y dos años después del parto. La materia gris, responsable de procesar la información y de la toma de decisiones, incluye las células neuronales y sus conexiones.

Aunque podría parecer preocupante que el cerebro reduzca la cantidad de materia gris, los investigadores creen que este fenómeno no implica una pérdida de capacidad cognitiva. En realidad, esta “poda” neuronal se asemeja a los cambios que ocurren en la adolescencia, cuando las hormonas remodelan el cerebro, haciendo que sus funciones se vuelvan más específicas y eficientes. Emily Jacobs, neurocientífica de la Universidad de California en Santa Bárbara y coautora del estudio, ha explicado que esta disminución en el volumen de materia gris probablemente refleja una optimización del cerebro para el comportamiento maternal, una afinación de los circuitos neuronales que facilita el cuidado del bebé.

Estas modificaciones no son temporales: muchas de ellas parecen ser permanentes, lo que sugiere que la maternidad deja “huellas” duraderas en el cerebro. Estudios anteriores ya habían mostrado que los cambios en la estructura cerebral derivados del embarazo podían persistir hasta seis años después del parto. Según los científicos, esto indica que el embarazo no solo transforma el cuerpo, sino que también reconfigura el cerebro para responder de manera más eficiente a las necesidades de la maternidad.

Hormonas y plasticidad cerebral: el motor de los cambios

El proceso de remodelación cerebral observado durante el embarazo está impulsado principalmente por las fluctuaciones hormonales que acompañan este periodo. Hormonas como el estrógeno y la progesterona se disparan durante el embarazo, provocando cambios neuroanatómicos que permiten al cerebro adaptarse a las nuevas demandas.

Investigaciones en animales han demostrado que estas hormonas tienen un papel crucial en la remodelación del cerebro, especialmente en circuitos relacionados con el comportamiento maternal. Por ejemplo, en estudios con roedores, se ha observado que el estrógeno y la progesterona estimulan el crecimiento de dendritas, prolongaciones de las neuronas que permiten la comunicación entre células. Estos cambios no solo mejoran la capacidad de las madres para responder a las señales de sus crías, sino que también optimizan los circuitos cerebrales relacionados con la empatía y la conexión social.

En los seres humanos, se ha observado un fenómeno similar. El estudio reveló que las áreas del cerebro involucradas en la teoría de la mente —la capacidad de comprender los pensamientos y emociones de los demás— también se ven afectadas durante el embarazo. Esta reorganización cerebral parece ser crucial para el desarrollo del vínculo madre-hijo, mejorando la capacidad de la madre para interpretar las señales emocionales del bebé y responder de manera adecuada a sus necesidades.

Materia blanca: conexiones más eficientes para un cerebro más preparado

Además de los cambios en la materia gris, los investigadores también encontraron que la materia blanca, que forma los “cables” que conectan diferentes áreas del cerebro, se vuelve más robusta durante los primeros meses del embarazo. Esta mejora en la integridad de la materia blanca sugiere que el cerebro se vuelve más eficiente al transmitir información entre regiones clave, lo que podría facilitar la multitarea y la toma rápida de decisiones, dos habilidades fundamentales para la maternidad.

Sin embargo, hacia el final del embarazo, la materia blanca vuelve a niveles similares a los anteriores a la gestación. Los científicos especulan que este aumento temporal en la eficiencia de las conexiones cerebrales podría ser una adaptación necesaria para preparar el cerebro de la madre para las exigencias inmediatas del cuidado del recién nacido, que requiere respuestas rápidas y eficientes ante situaciones cambiantes.

El impacto de estos cambios en la salud mental

Los cambios cerebrales durante el embarazo no solo afectan la capacidad de la madre para cuidar a su hijo, sino que también pueden tener implicaciones importantes para su salud mental. Estudios previos han sugerido que las transformaciones en el cerebro durante el embarazo pueden estar relacionadas con el desarrollo de trastornos como la depresión posparto.

La reducción de la materia gris en ciertas áreas del cerebro, aunque adaptativa en muchos casos, podría aumentar la vulnerabilidad a problemas de salud mental. Los investigadores esperan que su trabajo ayude a identificar los mecanismos neurobiológicos detrás de estas afecciones y a desarrollar intervenciones más efectivas para prevenirlas y tratarlas.

Un mejor entendimiento de cómo el cerebro materno se reorganiza durante el embarazo también podría arrojar luz sobre por qué algunas mujeres experimentan mejoras cognitivas en lugar de “cerebro de mamá”, un término comúnmente utilizado para describir la niebla mental o pérdida de memoria durante el embarazo. Los científicos especulan que, aunque algunas áreas del cerebro pueden verse reducidas, otras se optimizan para mejorar las habilidades sociales y emocionales.

Perspectivas futuras: el Proyecto Cerebro Maternal

El estudio de Nature Neuroscience se basó en el análisis detallado de una sola mujer, lo que plantea la necesidad de ampliar la investigación a una población más grande. Con ese fin, los autores han lanzado el Proyecto Cerebro Maternal, una iniciativa internacional destinada a recopilar escaneos cerebrales de más mujeres embarazadas. Este proyecto tiene como objetivo mapear con mayor precisión cómo cambia el cerebro durante la maternidad y comprender mejor las variaciones individuales en la experiencia de cada madre.

A medida que más participantes se unan al estudio, los científicos esperan obtener una imagen más clara de los efectos del embarazo en el cerebro y cómo estos cambios pueden influir en el comportamiento maternal, la salud mental y la capacidad cognitiva de las mujeres.

Esta investigación pionera no solo ampliará nuestro entendimiento de la neuroplasticidad en el cerebro femenino, sino que también podría tener implicaciones importantes para el tratamiento de trastornos neurológicos y psiquiátricos relacionados con la maternidad.

Referencias:

  • Pritschet, L., Taylor, C.M., Cossio, D. et al. Neuroanatomical changes observed over the course of a human pregnancy. Nat Neurosci (2024). doi:10.1038/s41593-024-01741-0
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