Descubren un templo sumergido de una antigua civilización árabe en las costas italianas

Un templo de más de 2.000 años, perteneciente a la antigua civilización nabatea, ha sido descubierto sumergido en las costas italianas, revelando la presencia de una comunidad árabe en el puerto romano de Puteoli.
El antiguo distrito de almacenes sumergido El antiguo distrito de almacenes sumergido
El antiguo distrito de almacenes sumergido a lo largo de la costa de Pozzuoli. Créditos: M. Stefanile

En las profundidades del mar Mediterráneo, cerca de la costa de Pozzuoli, en Italia, yace un enigmático templo nabateo, olvidado por la historia y redescubierto recientemente por arqueólogos subacuáticos. Esta estructura, que data de hace más de 2.000 años, fue construida por inmigrantes de una civilización que floreció en el desierto de Arabia, los nabateos, famosos por su capital en Petra y su riqueza acumulada gracias al comercio. Pero, ¿cómo llegó una comunidad de comerciantes árabes a erigir un santuario en lo que era un bullicioso puerto romano?

El hallazgo de este templo no solo ha arrojado luz sobre la vida religiosa y comercial de los nabateos en Italia, sino que también ha planteado nuevas preguntas sobre el destino de esta comunidad y su eventual desaparición tras la expansión del Imperio Romano.

Los nabateos: comerciantes del desierto en el corazón del Imperio Romano

Los nabateos fueron una civilización de origen árabe que se estableció en la región que hoy conocemos como Jordania y Arabia Saudita. Su capital, Petra, es famosa por sus imponentes monumentos tallados en la roca, entre ellos la llamada Tesorería, popularizada por la película Indiana Jones y la última cruzada. A lo largo de los siglos, los nabateos controlaron importantes rutas comerciales que conectaban Arabia con el Mediterráneo, permitiéndoles acumular una vasta riqueza a través del comercio de incienso, especias, oro, marfil y otros bienes de lujo.

En su apogeo, entre el siglo I a.C. y el siglo I d.C., esta civilización expandió sus redes comerciales hacia Occidente, llegando incluso a asentarse en ciudades clave del Imperio Romano, como Puteoli, un puerto vital cercano a la actual Nápoles. Aquí, la comunidad nabatea prosperó, integrándose en la vida romana sin perder su identidad cultural y religiosa. El reciente descubrimiento de un templo dedicado a su dios principal, Dushara, es prueba de ello.

Un templo bajo las olas: el descubrimiento en Pozzuoli

El hallazgo del templo nabateo sumergido se produjo durante una campaña de investigación en 2023, dirigida por Michele Stefanile, arqueólogo marino de la Scuola Superiore Meridionale, en Nápoles. La investigación, que se centraba en la costa de Pozzuoli, conocida en la antigüedad como Puteoli, reveló una extensa área portuaria romana sumergida debido a siglos de actividad volcánica que han causado el hundimiento gradual de la región.

Este puerto fue uno de los más importantes del Mediterráneo en tiempos romanos, sirviendo como punto de entrada para productos de todo el Imperio. A lo largo de los siglos, terremotos y erupciones volcánicas enterraron parte de la ciudad bajo el agua, preservando estructuras como almacenes, muelles e incluso este templo, que permaneció oculto durante más de dos milenios.

Durante las excavaciones subacuáticas, el equipo de arqueólogos encontró dos grandes salas de unos 10 por 5 metros, construidas con paredes de estilo romano, donde se hallaron altares de mármol blanco y placas con inscripciones. Lo más llamativo fue la inscripción “Dusari sacrum”, una clara referencia a Dushara, el dios protector de los nabateos, que demuestra que este era un lugar de culto nabateo, aunque construido con técnicas romanas.

Lo que hace que este templo sea especialmente interesante es su estilo híbrido. A pesar de estar dedicado a una deidad árabe, su construcción sigue los patrones arquitectónicos romanos, con muros de opus reticulatum y mármol de Luni, un material común en las construcciones de la época. Esta mezcla de estilos refleja la estrecha relación entre los nabateos y los romanos, y cómo esta comunidad, aunque extranjera, se adaptó al entorno local sin perder sus tradiciones.

Los dos altares encontrados, ambos de mármol, presentan huecos rectangulares que probablemente albergaban betilos, piedras sagradas que representaban a la divinidad sin necesidad de una figura antropomórfica. Esta práctica es común en los cultos nabateos, donde los betilos eran símbolos de la presencia divina. Las inscripciones en latín, en lugar de en árabe o arameo, refuerzan la idea de que estos comerciantes deseaban integrarse en la sociedad romana, al mismo tiempo que mantenían sus creencias religiosas.

El final de una era: la caída de los nabateos en Puteoli

El templo nabateo en Pozzuoli ofrece una ventana única al pasado, pero también cuenta la historia de una comunidad que, en su momento de mayor prosperidad, comenzó a desvanecerse bajo la sombra del Imperio Romano. Durante el reinado de Trajano, en el año 106 d.C., Nabatea fue anexionada por Roma, lo que resultó en la pérdida de su control sobre las rutas comerciales de Arabia. Este cambio tuvo un impacto devastador en la economía nabatea, que dependía del comercio de lujo para su subsistencia.

En Puteoli, parece que los nabateos perdieron su posición de privilegio tras la conquista de su tierra natal, lo que podría explicar por qué el templo fue deliberadamente enterrado en el siglo II d.C. Los arqueólogos creen que el lugar fue rellenado con concreto y fragmentos de cerámica, no con el objetivo de destruirlo, sino como parte de una remodelación del puerto, que probablemente ya no necesitaba de los servicios de los comerciantes nabateos.

Este acto, lejos de ser un ataque a la religión nabatea, parece haber sido una decisión práctica, pues Roma tenía la costumbre de respetar los lugares sagrados, incluso de los pueblos conquistados. Sin embargo, la desaparición del templo bajo capas de escombros simboliza el fin de una era para los nabateos, que pasaron de ser una potencia comercial a una comunidad absorbida por la vasta red del Imperio.

El descubrimiento del templo sumergido ha abierto nuevas líneas de investigación. Las excavaciones previstas para este año podrían desenterrar más secretos sobre la vida de los nabateos en Italia y su relación con los romanos. Este hallazgo también destaca la importancia de la arqueología subacuática, una disciplina que continúa revelando aspectos desconocidos del pasado que han permanecido ocultos durante siglos.

La posibilidad de que existan más estructuras nabateas sumergidas en la costa italiana alimenta la expectativa de los arqueólogos, que esperan que futuras investigaciones ofrezcan más pistas sobre cómo esta comunidad, que alguna vez floreció en el desierto, logró integrarse y prosperar en el corazón del Imperio Romano.

Referencias:

  • Stefanile, M., Silani, M., & Tardugno, M. L. (2024). The submerged Nabataean temple in Puteoli at Pozzuoli, Italy: First campaign of underwater research. Antiquity, 98(400), e20. doi: 10.15184/aqy.2024.107
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