La COVID persistente altera el equilibrio de las proteínas de la sangre

Proteínas y COVID persistente Proteínas y COVID persistente
Descubren las huellas del COVID persistente en el análisis de miles de proteínas sanguíneas. Foto: Istock

Un equipo de investigadores ha publicado un estudio en la revista Science, en el que analizan más de 6.500 proteínas presentes en la sangre de personas con y sin COVID persistente, con el objetivo de identificar biomarcadores que puedan ayudar a diagnosticar, monitorizar y tratar esta condición. Las proteínas son moléculas esenciales para el funcionamiento de las células y los tejidos, y su análisis puede revelar información sobre el estado de salud de una persona.

El estudio incluyó a 39 adultos sanos que nunca habían dado positivo por COVID-19, y a 113 personas que sí lo habían hecho, de las cuales 40 tenían COVID persistente, definido como tener síntomas 6 meses después de la infección inicial. De estos, 22 seguían teniendo síntomas 12 meses después de haber dado positivo por primera vez.

Los investigadores analizaron 6.596 proteínas en 268 muestras de sangre, que se recogieron de los participantes una vez durante la fase aguda y otra vez seis meses después. Encontraron varias diferencias en la composición de las proteínas en la sangre de las personas con COVID persistente, en comparación con las que se habían recuperado o las que nunca se habían infectado.

Entre las diferencias más notables, destacan las relacionadas con el sistema inmunológico, la coagulación de la sangre y la inflamación. Por ejemplo, las personas con COVID persistente tenían niveles más bajos de una proteína llamada antitrombina III, que ayuda a prevenir la formación de coágulos, y niveles más altos de las proteínas trombospondina-1 y factor de von Willebrand, ambas asociadas con la formación de coágulos.

También observaron que las personas con COVID persistente tenían una mayor activación del sistema del complemento, una parte de las defensas inmunitarias que normalmente ayuda a eliminar las infecciones, tanto durante la infección inicial como seis meses después.

Las personas que habían sufrido COVID persistente durante seis meses tenían niveles reducidos de algunas proteínas involucradas en el sistema del complemento y elevados de otras, en comparación con las personas recuperadas o sanas. Un desequilibrio de estas proteínas podría causar daño tisular, según los autores del estudio.

Además, los investigadores encontraron que la expresión de una proteína llamada CD41 en los glóbulos blancos era más baja en las personas sanas y más alta en las que tenían COVID persistente de 12 meses. La CD41 se encuentra normalmente en las plaquetas, que son fragmentos celulares involucrados en la coagulación, y su presencia en los glóbulos blancos indica una agrupación anormal de estas células. De acuerdo a los expertos, esta característica podría contribuir a la formación de microcoágulos.

Algunos científicos piensan que estos pequeños coágulos podrían ser la causa de algunos síntomas del COVID persistente, al bloquear el flujo de oxígeno a los tejidos.

Utilizando el aprendizaje automático, los investigadores crearon un modelo para predecir si un participante desarrollaría COVID persistente, en base a los niveles de proteínas en su sangre, junto con otros factores como la edad y el índice de masa corporal. Al aplicar el modelo a un conjunto de datos separado, el modelo funcionó bien en predecir qué participantes tendrían COVID persistente durante 12 meses.

De hecho, algunos de los hallazgos del equipo encajan bien con las teorías existentes sobre las causas de la COVID persistente. Y los nuevos descubrimientos podrían ayudar a encontrar nuevas vías de investigación para el desarrollo de terapias y tratamientos útiles.

No obstante, como advierten los propios autores del estudio, el análisis se realizó con un número relativamente pequeño de participantes, y no identifica la causa raíz de la condición, que ha sido una barrera clave para el desarrollo de tratamientos.

Referencias:

  • Cervia-Hasler C, Brüningk SC, Hoch T, et al. Persistent complement dysregulation with signs of thromboinflammation in active Long Covid. Science. 2024;383(6680):eadg7942. doi:10.1126/science.adg7942
  • Marshall M. Long COVID: answers emerge on how many people get better. Nature. 2023;619(7968):20. doi:10.1038/d41586-023-02121-7
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