¿Por qué el eclipse solar no tiene nada que ver con el terremoto que sacudió la costa este de Estados Unidos?

Un terremoto de magnitud 4.8 se produjo tres días antes del eclipse solar total en algunas áreas de Estados Unidos, pero los expertos descartan que haya una conexión entre ambos eventos.
Terremoto y Eclipse solar Terremoto y Eclipse solar
Terremoto y eclipse: dos fenómenos naturales que no están relacionados. Foto: Istock

El pasado lunes 5 de abril, tres días antes del esperado eclipse solar total, un inusual terremoto de magnitud 4.8 sacudió la costa este de Estados Unidos, causando alarma y sorpresa entre los habitantes de Nueva Jersey, Filadelfia, Nueva York y Connecticut. Muchos se preguntaron si estos dos fenómenos astronómicos estaban relacionados de alguna manera, y si el eclipse podría provocar más sismos en el futuro. Sin embargo, los expertos aseguran que no hay ninguna evidencia científica que respalde esta hipótesis, y que se trata de una simple coincidencia.

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El terremoto se originó en la falla de Ramapo, a una profundidad de poco más de seis kilómetros, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés). Se trata de una falla poco activa, que suele generar sismos de magnitud tres o menor, por lo que el evento del lunes fue considerado como excepcional. Aunque no se reportaron heridos ni daños materiales graves, el temblor se sintió con fuerza en varias ciudades, e interrumpió el tráfico y el transporte público en Nueva York.

Los terremotos en la costa este de Estados Unidos son raros, ya que esta región no se encuentra en el límite de ninguna placa tectónica, donde se producen la mayoría de los movimientos sísmicos. Por el contrario, en California, que está situada sobre la falla de San Andrés, se registran miles de sismos cada año, la mayoría de ellos imperceptibles para la población.

El eclipse solar total, por su parte, tendrá lugar el próximo lunes 8 de abril, y será visible desde una estrecha franja que atraviesa el centro de Estados Unidos, desde Texas hasta Maine. Se trata de un espectáculo único, que ocurre cuando la Luna se interpone entre la Tierra y el Sol, proyectando su sombra sobre nuestro planeta. Durante unos minutos, el día se convertirá en noche, y se podrán observar las estrellas y la corona solar.

Algunas investigaciones sugieren que la Luna nueva, que es la fase lunar que propicia los eclipses solares, puede aumentar la probabilidad de que se produzcan terremotos fuertes, al incrementar el estrés de las mareas. Sin embargo, este efecto es muy pequeño, y solo se ha observado en algunos casos concretos, como el terremoto y tsunami de Japón de 2011, que coincidió con una superluna, es decir, una Luna llena que se encuentra en el punto más cercano a la Tierra.

Además, el eclipse solar no tiene ningún impacto especial sobre las mareas, ya que estas dependen de la atracción gravitatoria combinada del Sol y la Luna, que no varía significativamente durante el fenómeno. Por lo tanto, no hay motivo para pensar que el eclipse pueda causar o influir en los terremotos, según el USGS.

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Así pues, la coincidencia temporal entre el terremoto del lunes y el eclipse del jueves no tiene ninguna explicación científica, y se debe al azar. No obstante, ambos eventos son una oportunidad para admirar la belleza y la complejidad de la naturaleza, y para recordar que vivimos en un planeta dinámico y sorprendente.

Referencias: