Abraham Lincoln es uno de los presidentes más famosos y admirados de la historia de Estados Unidos. Su liderazgo durante la Guerra Civil, su defensa de la abolición de la esclavitud y su legado de unidad y democracia lo han convertido en un icono para muchas generaciones.
Sin embargo, su vida y su muerte también están rodeadas de misterios, coincidencias y curiosidades que quizás no conozcas. En este artículo, te revelamos algunos de los aspectos más sorprendentes y desconocidos del asesinato de Abraham Lincoln, el trágico evento que cambió el rumbo de la historia.
El sueño premonitorio de Lincoln
Una de las curiosidades más inquietantes sobre el asesinato de Abraham Lincoln es que él mismo tuvo un sueño premonitorio sobre su muerte. Según relató el propio Lincoln a su amigo y guardaespaldas Ward Hill Lamon, unos días antes de su asesinato, soñó que estaba en la Casa Blanca y escuchaba unos llantos.
Al preguntar quién había muerto, le respondieron que era el presidente, que había sido asesinado por un desconocido. Lincoln entró en la habitación donde estaba el cadáver y vio una multitud de personas llorando, entre ellas algunos soldados. Al acercarse al ataúd, se despertó.
Este sueño impresionó tanto a Lincoln que se lo contó a su esposa Mary y a algunos de sus colaboradores. Sin embargo, no le dio mucha importancia y no cambió sus planes. El 14 de abril de 1865, el sueño se hizo realidad.
El plan original de John Wilkes Booth
John Wilkes Booth fue el autor material del asesinato de Abraham Lincoln. Booth era un actor famoso y un simpatizante de la causa confederada, que odiaba a Lincoln por su política antiesclavista y su victoria en la guerra. Sin embargo, su plan original no era matar al presidente, sino secuestrarlo y usarlo como moneda de cambio para liberar a los prisioneros confederados.
Booth reclutó a varios cómplices para llevar a cabo su plan, que consistía en interceptar el carruaje de Lincoln cuando saliera del teatro y llevarlo a Virginia. Sin embargo, el plan se frustró cuando Lincoln cambió sus planes y decidió ir a otro teatro.
Entonces, Booth decidió asesinarlo, aprovechando que conocía el teatro y tenía acceso al palco presidencial. Además, planeó coordinar el asesinato con otros dos atentados contra el vicepresidente Andrew Johnson y el secretario de Estado William Seward, para provocar un caos en el gobierno.
El arma y la bala del asesinato
El arma que usó John Wilkes Booth para asesinar a Abraham Lincoln fue una pistola de percusión de bolsillo, de calibre .44, fabricada por Henry Deringer. Esta pistola era pequeña y fácil de ocultar, pero tenía una potencia y una precisión limitadas. De hecho, Booth solo disparó una vez, a quemarropa, y la bala se alojó en el cráneo de Lincoln, sin salir por el otro lado.
La bala que mató a Lincoln se conserva en el Museo Nacional de Salud y Medicina de Estados Unidos, junto con otros objetos relacionados con el asesinato, como el cuchillo que usó Booth para apuñalar al mayor Henry Rathbone, que acompañaba a Lincoln en el teatro, o algunos fragmentos de hueso y tejido del presidente. La bala es de plomo y tiene una forma irregular y aplastada, debido al impacto.
El médico que atendió a Lincoln y a Booth
Una de las coincidencias más curiosas sobre el asesinato de Abraham Lincoln es que el mismo médico que atendió al presidente herido también atendió al asesino moribundo. Se trata de Charles Leale, un joven médico militar que estaba en el teatro la noche del asesinato y que fue el primero en socorrer a Lincoln. Leale le practicó una traqueotomía de emergencia y le trasladó a una casa de huéspedes cercana, donde permaneció junto a él hasta su muerte, la mañana del 15 de abril.
Doce días después, Leale formó parte del equipo médico que encontró a John Wilkes Booth en una granja de Virginia, donde se había refugiado tras huir del teatro. Booth había sido herido de bala en el cuello por un soldado que lo perseguía, y estaba agonizando. Leale le examinó y le dijo que no había nada que hacer. Booth murió pocas horas después, en el mismo granero donde se escondía.
El destino de los cómplices de Booth
John Wilkes Booth no actuó solo en el asesinato de Abraham Lincoln. Contó con la ayuda de varios cómplices, que tenían asignadas diferentes misiones. Algunos de ellos fueron capturados y juzgados, mientras que otros lograron escapar o suicidarse. Estos son algunos de los destinos de los conspiradores:
- Lewis Powell: fue el encargado de asesinar al secretario de Estado William Seward, pero solo consiguió herirlo. Fue arrestado y condenado a muerte. Fue ahorcado el 7 de julio de 1865, junto con otros tres cómplices.
- David Herold: fue el acompañante de Booth en su huida. Se rindió a las autoridades en la granja donde fue encontrado Booth. Fue condenado a muerte y ahorcado el mismo día que Powell.
- George Atzerodt: fue el encargado de asesinar al vicepresidente Andrew Johnson, pero no lo intentó. Fue arrestado en Maryland y condenado a muerte. Fue ahorcado el mismo día que Powell y Herold.
- Mary Surratt: fue la dueña de la pensión donde se reunieron los conspiradores. Fue acusada de ser cómplice y condenada a muerte. Fue ahorcada el mismo día que Powell, Herold y Atzerodt, siendo la primera mujer ejecutada por el gobierno de Estados Unidos.
- Samuel Mudd: fue el médico que atendió a Booth cuando se fracturó una pierna al saltar del palco presidencial. Fue acusado de ser cómplice y condenado a cadena perpetua. Fue indultado en 1869 por el presidente Andrew Johnson.
- Michael O’Laughlen: fue un amigo de la infancia de Booth y uno de los conspiradores originales. Fue acusado de ser cómplice y condenado a cadena perpetua. Murió de fiebre amarilla en 1867, en la prisión de Fort Jefferson, donde estaba recluido.
- Edmund Spangler: fue un empleado del teatro que ayudó a Booth a entrar al palco presidencial. Fue acusado de ser cómplice y condenado a seis años de prisión. Fue indultado en 1869 por el presidente Andrew Johnson.
El legado de Lincoln
El asesinato de Abraham Lincoln fue un golpe duro para la nación estadounidense, que acababa de salir de una sangrienta guerra civil. Sin embargo, también fue un acontecimiento que elevó la figura de Lincoln a la categoría de héroe y mártir, y que consolidó su legado como uno de los presidentes más importantes y respetados de la historia.
Lincoln es recordado por su defensa de la democracia, la libertad y la igualdad, y por su contribución a la abolición de la esclavitud y a la preservación de la Unión. Su rostro y su nombre están presentes en numerosos monumentos, edificios, billetes y sellos.
Su discurso de Gettysburg y su Proclamación de Emancipación son considerados como documentos fundamentales de la historia estadounidense. Su vida y su muerte han inspirado a generaciones de líderes, escritores, artistas y ciudadanos.