Un terremoto de 4,8 grados sacudió el viernes la costa este de Estados Unidos, provocando pánico y confusión entre los habitantes de la zona. Muchos de ellos corrieron a refugiarse bajo los marcos de las puertas, siguiendo una creencia popular que resulta ser falsa y peligrosa. ¿Qué debemos hacer realmente si nos sorprende un sismo? ¿Cómo podemos protegernos de los objetos que caen o de las grietas que se abren? Los científicos y las autoridades nos dan las claves para actuar con seguridad y evitar riesgos innecesarios.
El terremoto del viernes fue el más fuerte que se ha registrado en la región desde 2011, cuando otro de 5,8 grados causó daños en el monumento a Washington y en la catedral nacional. Aunque los sismos son poco frecuentes en esta zona, no son imposibles, y los expertos advierten de que podrían producirse réplicas de igual o mayor magnitud en las próximas semanas. Por eso, es importante que la población esté preparada y sepa cómo reaccionar ante este tipo de emergencias.
Uno de los mitos más extendidos sobre los terremotos es que lo mejor es situarse bajo el marco de una puerta, ya que se supone que es la parte más resistente de una casa. Sin embargo, esto es un error que puede tener consecuencias graves, según explicó Lingsen Meng, profesor del Departamento de Ciencias de la Tierra, el Espacio y los Planetas de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), a Business Insider.
Y es que se trata de un error común, que no se debería hacer, porque normalmente en un edificio donde existe una abertura, como una ventana o una puerta, en realidad se trata de una debilidad estructural en el edificio. De forma que debemos alejarnos de la puerta.
Además, al estar de pie en una puerta, nos exponemos a que nos golpeen los objetos que se desprenden de las paredes o los techos, como cuadros, espejos, lámparas o ventiladores. También podemos sufrir cortes o heridas por los cristales rotos de las ventanas.
Otro error común es salir corriendo al exterior durante el temblor, lo que puede ser muy peligroso, ya que podemos tropezar, caer o ser golpeados por objetos que caen de los edificios, como tejas, cornisas o carteles. Además, al salir a la calle, podemos provocar aglomeraciones y dificultar el paso de los servicios de emergencia.
Entonces, ¿qué debemos hacer si nos encontramos en medio de un terremoto?
La respuesta es simple: agacharnos, cubrirnos y sujetarnos. Es decir, debemos tirarnos al suelo, buscar un lugar seguro donde cubrirnos la cabeza y el cuello (preferiblemente debajo de una mesa o un escritorio resistente) y sujetarnos a ese objeto hasta que deje de temblar.
Si no hay nada que puedas encontrar para cubrirte, lo más aconsejable es quedarse en el suelo y optar por cubrirnos la cabeza.
Si estamos dentro de un edificio, debemos quedarnos dentro, según aconseja el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos en su guía de seguridad ante los terremotos. Si estamos fuera, debemos quedarnos fuera. Si estamos en un coche, “debemos detenernos lo más rápido y seguro posible”, dice el CDC.
Como vemos, lo más recomendable en todo momento es agacharnos, cubrirnos y agarrarnos bien si el suelo y el área donde nos encontremos tiende a temblar mucho. Y, como recuerdan los expertos, nadie puede predecir el momento o el lugar exacto de ningún terremoto, incluidos quienes los investigan a diario.
Puedes leer más sobre qué hacer en diferentes situaciones, como en un rascacielos o en un estadio, en la página web del CDC.
Los terremotos son fenómenos naturales que no se pueden evitar, pero sí se puede reducir el impacto que tienen sobre las personas y las infraestructuras. Para ello, es fundamental estar informados, preparados y seguir las recomendaciones de los expertos. Así podremos minimizar los daños y las pérdidas que causan estos eventos, y aumentar nuestras posibilidades de sobrevivir y recuperarnos.
