Cómo una simple inyección cambió el destino de millones de niños: la vacuna contra la polio

El doctor Jonas Salk El doctor Jonas Salk
El doctor Jonas Salk trabajando en su laboratorio. Foto: Getty

Hace 70 años, un grupo de niños de una escuela de Pittsburgh se convirtieron en los primeros en recibir una inyección que cambiaría la historia de la medicina y de la humanidad: la vacuna contra la poliomielitis, desarrollada por el doctor Jonas Salk. Gracias a la vacuna, para el siglo XXI los casos de polio se habían reducido en un 99 por ciento en todo el mundo.

La poliomielitis era una enfermedad altamente contagiosa que emergía en brotes terroríficos y parecía imposible de detener. Atacaba a las células nerviosas y a veces al sistema nervioso central, causando deterioro muscular, parálisis e incluso la muerte. Afectaba sobre todo a los niños, pero también a los adultos. La víctima más famosa de un brote de 1921 en Estados Unidos fue el futuro presidente Franklin Delano Roosevelt, entonces un joven político. La enfermedad se extendió rápidamente, dejando sus piernas permanentemente paralizadas.

En la segunda mitad del siglo XX, la polio se convirtió en una de las mayores amenazas para la salud pública a nivel mundial. Se estima que entre 1952 y 1953, unos 58.000 niños contrajeron la polio solo en Estados Unidos, de los cuales unos 3.000 murieron y unos 21.000 quedaron con algún tipo de discapacidad. En algunos países, como Suecia, Dinamarca o Finlandia, la polio llegó a afectar a más de 100 personas por cada 100.000 habitantes.

Ante esta situación, la comunidad científica se movilizó para encontrar una forma de prevenir y erradicar la polio. Una de las organizaciones que lideró este esfuerzo fue la March of Dimes, una iniciativa popular fundada con la ayuda del presidente Roosevelt para recaudar fondos y apoyar la investigación contra la polio. La March of Dimes contrató al doctor Jonas Salk, jefe del Laboratorio de Investigación de Virus de la Universidad de Pittsburgh, para que desarrollara una vacuna eficaz contra la polio.

Gracias al avance científico de cultivar el virus en el laboratorio, Jonas Salk logró crear en 1953 vacuna de virus inactivado, que era capaz de inmunizar sin infectar al paciente. Tras probar la vacuna en sí mismo, en su familia y en algunos voluntarios, Salk inició un ensayo clínico a gran escala en 1954, que involucró a más de 1,8 millones de niños de todo el país.

El 23 de febrero de 1954, un grupo de niños de la Escuela Primaria Arsenal de Pittsburgh recibieron las primeras inyecciones de la nueva vacuna contra la polio. Fue el comienzo de una campaña de vacunación masiva que se extendió por todo Estados Unidos y luego por el resto del mundo. El 12 de abril de 1955, el doctor Thomas Francis, de la Universidad de Michigan, anunció los resultados del ensayo clínico: la vacuna de Salk era segura y efectiva, y podía prevenir la polio en un 60-70 por ciento de los casos.

Jonas Salk en 1956
En 1956, el creador de la vacuna contra la polio, el doctor Jonas Salk, administró su propia inyección. Fuente: Wisdom Magazine

La noticia causó una enorme alegría y alivio en la población, que había vivido con el miedo constante a la polio durante años. El doctor Salk se convirtió en un héroe nacional, y recibió numerosos reconocimientos y honores por su contribución a la ciencia y a la humanidad. Sin embargo, Salk no patentó ni se lucró con su vacuna, sino que la consideró un regalo para el mundo. Cuando le preguntaron quién era el dueño de la patente, respondió: “Bueno, el pueblo, supongo. No podría haber ninguna patente. ¿Podría usted patentar el sol?”.

La vacuna de Salk supuso un gran avance en la lucha contra la polio, pero no fue la única. Una versión posterior de la vacuna, desarrollada por Albert Sabin, utilizaba una forma debilitada del virus vivo y se administraba por vía oral en lugar de inyectada. Se licenció en 1962 y pronto se hizo más popular que la vacuna de Salk, ya que era más barata de producir y más fácil de tomar. Además, la vacuna de Sabin ofrecía una protección más duradera y evitaba la transmisión del virus.

Gracias al uso de las vacunas, la polio se ha eliminado prácticamente en Estados Unidos y en el resto del mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, los casos de polio se han reducido en un 99 por ciento y solo sobreviven entre las comunidades más pobres y marginadas del mundo. En 1988, se lanzó la Iniciativa Mundial para la Erradicación de la Polio. Desde entonces, se ha logrado vacunar a más de 2.500 millones de niños en 122 países, y se ha reducido el número de países endémicos de la polio de 125 a solo dos: Afganistán y Pakistán.

La historia de la vacuna contra la polio es una historia de esperanza, de solidaridad, de ciencia y de humanidad. Es una historia que nos recuerda el poder de la cooperación y de la innovación para hacer frente a los grandes desafíos de la salud global. Es una historia que nos inspira a seguir trabajando para lograr un mundo libre de polio y de otras enfermedades que amenazan la vida y el bienestar de millones de personas.

Referencias:

  • SALK JE. Poliomyelitis vaccination in the fall of 1956. Am J Public Health Nations Health. 1957;47(1):1-18. doi:10.2105/ajph.47.1.1
  • Tan SY, Ponstein N. Jonas Salk (1914-1995): A vaccine against polio. Singapore Med J. 2019;60(1):9-10. doi:10.11622/smedj.2019002
  • Burns CC, Diop OM, Sutter RW, Kew OM. Vaccine-derived polioviruses. J Infect Dis. 2014;210 Suppl 1:S283-S293. doi:10.1093/infdis/jiu295
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