Robert F. Kennedy Jr. (HHS) cancela 766 millones en fondos para la vacuna de Moderna contra la gripe aviar en medio de un giro político y científico

La sorprendente decisión del Departamento de Salud, con un antivacunas a la cabeza, pone en pausa uno de los proyectos más prometedores contra futuras pandemias.
El Gobierno de EE.UU. ha cancelado 766 millones en fondos para la vacuna de Moderna contra la gripe aviar, en una decisión que ha sorprendido a la comunidad científica El Gobierno de EE.UU. ha cancelado 766 millones en fondos para la vacuna de Moderna contra la gripe aviar, en una decisión que ha sorprendido a la comunidad científica
El Gobierno de EE.UU. ha cancelado 766 millones en fondos para la vacuna de Moderna contra la gripe aviar, en una decisión que ha sorprendido a la comunidad científica. Foto: Wikimedia

En una decisión que ha dejado perplejos a expertos en salud pública y a la comunidad científica, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS, por sus siglas en inglés) ha cancelado los contratos que otorgaban a Moderna Inc. más de 766 millones de dólares para el desarrollo de su vacuna de ARNm contra la gripe aviar. La medida, anunciada el miércoles 29 de mayo, marca un giro drástico en las estrategias de preparación pandémica del gobierno estadounidense.

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La noticia fue dada a conocer por la propia farmacéutica Moderna mediante una nota de prensa oficial y ha sido confirmada por múltiples medios como Reuters, Axios y Associated Press. Los fondos cancelados incluían 590 millones otorgados en enero de 2025 durante la administración Biden y otros 176 millones de julio de 2024. Ambos contratos estaban destinados a completar las fases avanzadas de desarrollo y a iniciar la producción de una vacuna basada en tecnología de ARN mensajero (ARNm) contra la cepa H5N1 de la gripe aviar.

El motivo oficial esgrimido por el HHS, ahora bajo la administración de Robert F. Kennedy Jr., fue que el proyecto no cumplía con los “estándares científicos o de seguridad necesarios para seguir recibiendo inversión federal”. Pero más allá del lenguaje técnico, la cancelación representa una sacudida a las prioridades estratégicas de Estados Unidos en materia de salud pública y vigilancia pandémica.

De esperanza a incertidumbre

Hasta ahora, la vacuna de Moderna contra la gripe aviar era vista como una de las principales apuestas para ampliar el arsenal preventivo frente a futuras pandemias. Basada en la misma plataforma de ARNm que revolucionó la lucha contra la COVID-19, la vacuna —conocida como mRNA-1018— ya había demostrado en ensayos intermedios una respuesta inmune robusta en el 98% de los participantes, según datos compartidos por la empresa. Los estudios, realizados con unos 300 adultos, mostraron que el candidato vacunal era bien tolerado y efectivo en generar anticuerpos contra el virus H5.

“El uso de ARNm como plataforma para pandemias potenciales es una lección directa de la experiencia con la COVID-19”, explicó el epidemiólogo Amesh Adalja del Johns Hopkins Center for Health Security a Reuters. “Cancelar este contrato es, literalmente, hacer lo opuesto a lo que se aprendió durante la pandemia”, añadió.

Moderna, por su parte, ha dejado claro que seguirá explorando vías alternativas para llevar su vacuna hasta las fases finales de desarrollo, incluyendo la posible colaboración con otros gobiernos o socios privados.

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Un cambio de filosofía sanitaria

La cancelación de los fondos se produce bajo una administración que ha expresado públicamente su escepticismo hacia las vacunas basadas en ARNm. El actual secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., ha cuestionado en múltiples ocasiones la seguridad de estas tecnologías, y recientemente generó polémica al sugerir en una entrevista que los granjeros deberían dejar que la gripe aviar se propague “libremente” en sus aves para estudiar qué animales no se infectan.

Estas declaraciones han sido duramente criticadas por científicos y legisladores, quienes advierten que un enfoque así podría agravar riesgos sanitarios globales. “Dejar que una enfermedad como la gripe aviar se extienda sin control es jugar con fuego”, afirmó el virólogo Peter Hotez a Axios.

Cabe recordar que el virus H5N1 ha comenzado a mostrar señales preocupantes de adaptabilidad. En el último año, al menos 70 personas —en su mayoría trabajadores del sector agrícola— se han infectado con variantes del virus, y ha habido un aumento significativo de contagios en rebaños bovinos, una señal que genera inquietud sobre un posible salto de especie más eficiente.

Los fondos para el desarrollo de esta vacuna habían sido canalizados a través de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado (BARDA), la misma agencia que impulsó la célebre Operación Warp Speed durante la pandemia de COVID-19. Esa iniciativa, bajo la presidencia de Donald Trump, aceleró el desarrollo de vacunas y tratamientos que salvaron millones de vidas.

La cancelación del contrato con Moderna sugiere no solo un cambio de prioridades, sino también una ruptura con ese espíritu de colaboración público-privada que caracterizó los años más críticos de la pandemia.

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¿Es una cuestión científica o política?

Aunque el HHS ha insistido en que su decisión fue el resultado de una “revisión interna integral”, muchos observadores apuntan a motivos políticos. En un contexto donde las vacunas han sido utilizadas como arma ideológica, la eliminación de financiamiento a una plataforma pionera como el ARNm es vista por algunos como una medida más simbólica que técnica.

“Podríamos estar descartando una de las herramientas más prometedoras contra pandemias futuras solo por prejuicios ideológicos”, lamentó Adalja.

En contraste, desde el HHS se subraya que la revisión técnica encontró deficiencias en la propuesta de Moderna para avanzar hacia la Fase 3 de ensayos, aunque no se han detallado públicamente cuáles fueron esos fallos específicos.

El futuro de la vacuna y lo que está en juego

Pese a la incertidumbre, Moderna asegura que no abandonará el proyecto. La empresa está evaluando nuevas vías de financiación y posibles alianzas estratégicas. Al mismo tiempo, continúa avanzando con otros productos basados en ARNm, como su vacuna combinada contra la COVID y la gripe estacional, en un intento por diversificar su portafolio tras la caída de ingresos post-pandemia.

Lo cierto es que la decisión del HHS no llega en el vacío. En medio de brotes de gripe aviar que afectan tanto a aves como a mamíferos, y con la amenaza latente de un salto viral hacia humanos, la necesidad de una vacuna eficaz y adaptable sigue siendo urgente. En este sentido, la tecnología de ARNm —capaz de diseñar antígenos en cuestión de semanas— representa una de las mejores bazas para una respuesta ágil ante nuevos virus emergentes.

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