El enigma de la rueda: un nuevo estudio sugiere su origen en las antiguas minas de los Cárpatos hace 6.000 años

Un estudio reciente sugiere que la rueda pudo haberse inventado en las minas de los Cárpatos hace más de 6.000 años.
Estandarte de Ur Estandarte de Ur
Detalle del Estandarte de Ur, un artefacto sumerio decorativo del tercer milenio a.C. que muestra un carro con ruedas. Un nuevo estudio reexamina el posible lugar de origen de esta revolucionaria invención. Foto: Wikimedia

La rueda es, sin duda, una de las invenciones más importantes en la historia de la humanidad. Aunque hoy en día nos parece un concepto básico, su origen sigue siendo un enigma que fascina a arqueólogos e historiadores. Durante siglos, se ha debatido acerca de quiénes fueron los primeros en crear esta revolucionaria tecnología y, sobre todo, cómo surgió en un mundo que no contaba con herramientas avanzadas o conocimientos científicos modernos.

Un reciente estudio, publicado en la revista Royal Society Open Science por investigadores de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign y Georgia Tech, arroja nueva luz sobre este misterio. Utilizando técnicas de mecánica estructural computacional, los autores, liderados por el historiador Richard Bulliet y el ingeniero Kai James, proponen que la rueda pudo haberse inventado en las minas de cobre de los Montes Cárpatos, en Europa del Este, hace alrededor de 6.000 años. Aunque la rueda evolucionó posteriormente en otras partes del mundo, este estudio ofrece una explicación intrigante y basada en modelos científicos sobre su origen en este lugar específico.

La rueda y el reto de los primeros mineros

La historia que propone el estudio comienza en un contexto inesperado: las minas neolíticas. A finales del cuarto milenio antes de Cristo, la demanda de cobre estaba en auge. Este metal, que marcó el inicio de la Edad del Cobre, era un recurso esencial para la creación de herramientas y armas. Sin embargo, extraer grandes cantidades de mineral no era tarea fácil. Los primeros mineros de los Cárpatos se enfrentaban a la difícil tarea de transportar el pesado cobre desde las profundidades de las minas a la superficie, un desafío que pudo haber estimulado el ingenio humano para dar con una solución práctica: la rueda.

Según el modelo propuesto por Bulliet y su equipo, los mineros utilizaban inicialmente troncos o cilindros para rodar las cargas de mineral. Este sistema, conocido como “rodillos libres”, permitía mover grandes volúmenes de material con menos esfuerzo que arrastrándolos por el suelo. Pero tenía un problema: una vez que los rodillos quedaban detrás de la carga, debían ser recolocados continuamente en la parte delantera para seguir moviendo el mineral, lo que ralentizaba el proceso y requería mucho trabajo físico.

El estudio publicado sugiere que la primera gran innovación que llevó al desarrollo de la rueda fue la incorporación de ranuras o hendiduras en los rodillos. Al hacer esto, los mineros crearon una forma rudimentaria de rueda al fijar los rodillos en una posición estable debajo de las cargas que transportaban. Esto permitió que los rodillos pudieran moverse junto con el mineral, eliminando la necesidad de reposicionarlos constantemente.

Esta solución, aunque todavía primitiva, marcó un hito en la evolución del transporte. A partir de ahí, según el estudio, los avances continuaron de manera incremental. El siguiente paso fue el desarrollo del eje, que proporcionaba un punto de apoyo alrededor del cual los rodillos podían girar, lo que resultó en la creación del sistema rueda-eje. Este diseño no solo permitió un transporte más eficiente, sino que también facilitó la superación de obstáculos en el terreno, como piedras o desniveles, algo especialmente útil en las estrechas y complicadas condiciones de las minas.

Innovación en entornos extremos

Los investigadores destacan que el entorno minero específico de los Cárpatos jugó un papel crucial en el desarrollo de la rueda. Las minas eran pasadizos estrechos y rectos, donde la eficiencia en el transporte era clave para el éxito de las operaciones. Las técnicas de rodillos libres, aunque eficaces en terrenos abiertos, no eran prácticas en túneles mineros donde la recolocación constante de los rodillos era casi imposible debido al espacio limitado.

La solución fue perfeccionar el diseño de los rodillos para que pudieran ser transportados junto con la carga, como si fueran una parte integrada del sistema de transporte. Esta adaptación dio lugar a lo que los autores llaman “rodillos unilaterales”, que si bien introducían algo de fricción adicional debido al contacto constante con la superficie de los rodillos, resultaban ser una innovación clave para el transporte eficiente en estos entornos.

De los rodillos a la rueda moderna

El estudio también sugiere que esta evolución no fue rápida ni directa. Según los investigadores, pasar del rodillo simple al diseño de una rueda funcional con un eje probablemente requirió varios siglos de experimentación y pequeñas mejoras. No fue hasta aproximadamente 500 años después de la primera invención de la rueda con eje que se produjo la siguiente innovación significativa: el desarrollo de un sistema en el que las ruedas podían moverse de forma independiente del eje, lo que aumentó enormemente la maniobrabilidad y versatilidad de los carros.

Este diseño más avanzado permitió a las primeras civilizaciones utilizar la rueda en una variedad de contextos, no solo en minas sino también en la agricultura y el comercio, impulsando el desarrollo de sociedades más complejas y conectadas. Aunque el estudio se centra en la región de los Cárpatos, sus autores no descartan la posibilidad de que la rueda haya sido inventada de forma independiente en otros lugares del mundo, como Mesopotamia o Anatolia, donde también se han encontrado evidencias tempranas de ruedas.

Uno de los aspectos más fascinantes del estudio es su uso de evidencia arqueológica para reforzar sus hipótesis. En las cercanías de los Montes Cárpatos, los arqueólogos han descubierto más de 150 modelos de carros en miniatura que datan de aproximadamente el 3600 a.C. Estos modelos, que a menudo se utilizaban como objetos ceremoniales o incluso juguetes, ofrecen pistas valiosas sobre el diseño de los primeros vehículos con ruedas.

Algunos de estos modelos muestran características como ruedas fijas y cuerpos rectangulares, lo que sugiere que estaban basados en diseños reales utilizados en el transporte de minerales. Además, el descubrimiento de herramientas de minería y rastros de caminos en las minas respalda la teoría de que el contexto minero fue un factor clave en la invención y perfeccionamiento de la rueda.

¿Un origen definitivo?

A pesar de los avances tecnológicos que permiten recrear el pasado mediante simulaciones por ordenador, los investigadores subrayan que su teoría no es la única posible. Como apunta Kai James, coautor del estudio, es posible que la rueda haya sido inventada en varios lugares de forma independiente, dado que las condiciones para su desarrollo se dieron en múltiples regiones del mundo antiguo.

Sin embargo, el uso de modelos computacionales y la integración de datos arqueológicos proporciona una nueva perspectiva sobre cómo las innovaciones tecnológicas pueden haber surgido en respuesta a desafíos específicos del entorno. En el caso de la rueda, la necesidad de transportar grandes volúmenes de cobre en un entorno minero hostil pudo haber sido el catalizador que condujo a una de las invenciones más transformadoras de la historia de la humanidad.

Referencias:

  • Alacoque Lee R., Bulliet Richard W. and James Kai A. 2024. Reconstructing the invention of the wheel using computational structural analysis and design. R. Soc. Open Sci.11240373. doi:10.1098/rsos.240373
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