Jurásico
Durante el Jurásico, hace entre 201 y 145 millones de años, la Tierra fue un escenario de cambios colosales: el surgimiento de enormes bosques húmedos, la proliferación de reptiles marinos y el reinado absoluto de los dinosaurios en tierra firme.
Pocos periodos han capturado tanto la imaginación colectiva como el Jurásico. Fue una era de transición planetaria en la que los continentes comenzaron a separarse lentamente, dando forma a los océanos que hoy conocemos. En aquel entonces, el clima era cálido y húmedo, sin hielos en los polos, lo que favoreció una explosión de vida vegetal y animal. El cielo se llenó de los primeros grandes reptiles voladores, como los pterosaurios, y los mares estaban dominados por gigantescos ictiosaurios y plesiosaurios. Pero fueron los dinosaurios quienes se convirtieron en los verdaderos protagonistas de este acto evolutivo, alcanzando una diversidad y tamaño nunca antes visto.
Este periodo también fue clave para la evolución de los primeros mamíferos y aves primitivas. La riqueza de fósiles que han dejado tras de sí es tan vasta como reveladora: cada yacimiento es una cápsula del tiempo que nos permite reconstruir los ecosistemas de un mundo que parecía diseñado para gigantes.