El embarazo cambia la edad biológica de la madre, pero se recupera tras el parto

Un estudio revela que el embarazo aumenta la edad biológica de la madre, medida por la metilación del ADN, pero que este efecto se revierte parcialmente tras el parto. El peso corporal y la lactancia materna influyen en el grado de recuperación.
Edad biológica y embarazo Edad biológica y embarazo
El embarazo envejece y regenera el ADN de la madre, según un estudio epigenético. Foto: Istock

El embarazo es una etapa de la vida que implica numerosas transformaciones físicas, hormonales y emocionales. Pero también conlleva cambios a nivel molecular, en la forma en que se expresan los genes de la persona gestante. Estos cambios, conocidos como epigenéticos, son reversibles y pueden influir en la salud de la madre y del bebé.

La epigenética es el estudio de las modificaciones químicas que se producen en el ADN o en las proteínas que lo envuelven, y que alteran la actividad de los genes sin cambiar su secuencia. Una de las modificaciones más comunes es la metilación, que consiste en la adición de un grupo metilo (CH3) a ciertas bases del ADN. La metilación suele asociarse con una menor expresión de los genes, es decir, con una menor producción de las proteínas que codifican.

La metilación del ADN no es estática, sino que varía a lo largo de la vida en función de factores ambientales, como la dieta, el estrés o la exposición a tóxicos. También cambia con la edad, de forma que se puede estimar la edad biológica de una persona a partir de sus patrones de metilación. La edad biológica refleja el estado fisiológico de una persona, y puede diferir de su edad cronológica. Algunos estudios han demostrado que la edad biológica es un mejor predictor de enfermedades relacionadas con el envejecimiento, como las cardiovasculares o las neurodegenerativas.

Pero, ¿qué ocurre con la metilación del ADN durante el embarazo? Un estudio reciente, publicado en la revista Cell Metabolism, ha analizado los cambios epigenéticos que se producen en las personas gestantes antes, durante y después del parto. Los resultados revelan que el embarazo induce un aumento de la edad biológica, que se revierte parcialmente tras el nacimiento. Además, el grado de reversión depende de factores como el peso corporal o la lactancia materna.

El estudio, realizado por un equipo internacional de investigadores, incluyó a 84 personas gestantes y a 31 personas no gestantes como grupo de control. Se tomaron muestras de sangre de las participantes en diferentes momentos: antes del embarazo, en el primer y tercer trimestre de gestación, y a los tres meses del parto. Se analizó el nivel de metilación del ADN en las células sanguíneas, y se calculó la edad biológica de cada persona.

Los resultados mostraron que el embarazo se asoció con un incremento de la edad biológica, que alcanzó su máximo en el tercer trimestre. Este aumento fue de unos dos años de media, pero varió entre las participantes. El embarazo también se relacionó con una mayor variabilidad en los patrones de metilación, lo que sugiere una mayor plasticidad epigenética.

Sin embargo, el efecto del embarazo sobre la edad biológica no fue permanente. A los tres meses del parto, se observó una disminución de la edad biológica, que en algunos casos fue incluso inferior a la que tenían las personas gestantes antes de quedar embarazadas. Este hallazgo indica que el embarazo tiene un efecto reversible sobre la metilación del ADN, que podría considerarse como un proceso de rejuvenecimiento.

No obstante, la reversión de la edad biológica no fue igual para todas las personas gestantes. El estudio encontró que el peso corporal antes del embarazo influyó en el grado de recuperación. Las personas que tenían un índice de masa corporal (IMC) cercano a la obesidad mostraron una menor disminución de la edad biológica que las que tenían un IMC normal. Esto sugiere que la obesidad podría limitar la capacidad de regeneración epigenética tras el embarazo.

Otro factor que afectó a la reversión de la edad biológica fue la lactancia materna. Las personas que amamantaron a sus bebés de forma exclusiva experimentaron una mayor reducción de la edad biológica que las que utilizaron fórmula o una combinación de fórmula y leche materna. Esto podría deberse a los beneficios hormonales y metabólicos de la lactancia, tanto para la madre como para el bebé.

Los autores del estudio señalan que los cambios epigenéticos que ocurren durante el embarazo podrían tener implicaciones para la salud de la madre y del bebé a corto y largo plazo. Por ejemplo, podrían influir en la respuesta inmunitaria, en el riesgo de desarrollar diabetes gestacional o preeclampsia, o en la programación fetal de enfermedades crónicas.

Por ello, recomiendan seguir investigando los mecanismos y las consecuencias de la epigenética del embarazo, así como los factores que pueden modularla.

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