La ciencia lanza una voz de alarma desde Stanford: enfermedades que se creían eliminadas en Estados Unidos, como el sarampión, la polio y la rubéola, podrían regresar con fuerza si continúa el preocupante descenso en las tasas de vacunación infantil.
Un reciente estudio publicado en JAMA y liderado por Mathew Kiang y Nathan Lo, ambos expertos de Stanford Medicine, ha modelado las consecuencias a largo plazo de una caída progresiva en las coberturas de vacunación. Utilizando datos de 2004 a 2023, los investigadores simularon cómo cuatro enfermedades eliminadas —sarampión, polio, rubéola y difteria— podrían resurgir en el país bajo distintos escenarios de vacunación.
Los resultados son una seria llamada de atención: incluso manteniendo las tasas actuales, el sarampión podría volverse endémico en Estados Unidos en unos 20 años. Si las tasas bajaran apenas un 10%, el panorama se tornaría catastrófico, con 11,1 millones de casos de sarampión previstos en los próximos 25 años.
Un modelo que no deja lugar a la indiferencia
El trabajo de Kiang y Lo partió de la creación de un detallado modelo epidemiológico que simula a toda la población estadounidense, asignando a cada individuo edad, estado de residencia, estatus de vacunación y nivel de inmunidad. Este modelo dinámico consideró la importación esporádica de enfermedades a través de viajeros infectados, uno de los principales riesgos actuales dada la globalización.
Así, se evaluaron tres escenarios: tasas de vacunación estables, un aumento del 5% en la cobertura y una disminución del 10%. Bajo las tasas actuales, el sarampión alcanzaría un estado endémico en 83% de las simulaciones en unos 20,9 años. Si la cobertura subiera un 5%, la enfermedad no llegaría a establecerse de nuevo, mientras que con una caída del 10%, el país enfrentaría una explosión de casos y complicaciones.
Las otras tres enfermedades —polio, difteria y rubéola— muestran menor riesgo a corto plazo, aunque también podrían regresar si las tasas de vacunación cayeran de manera drástica.
Las cifras del desastre
El modelo predice que si el descenso de vacunación alcanzara el 50%, los resultados serían devastadores: más de 51 millones de casos de sarampión, casi 10 millones de casos de rubéola, 4,3 millones de polio y cerca de 200 de difteria en apenas 25 años.
Esta avalancha de infecciones se traduciría en 10,3 millones de hospitalizaciones y 159.200 muertes, además de graves secuelas como 51.200 casos de daño neurológico post-sarampión y 10.700 casos de síndrome de rubéola congénita.
En este escenario extremo, el sarampión volvería a ser endémico en solo 4,9 años. La rubéola seguiría el mismo camino en unos 18 años, mientras que la polio tendría un 55% de probabilidades de establecerse de nuevo en dos décadas.
¿Por qué el sarampión sería el primero en regresar?
Entre todas las enfermedades modeladas, el sarampión destaca por su altísima transmisibilidad. Basta que una sola persona infectada entre en contacto con una comunidad susceptible para desencadenar brotes explosivos.
De hecho, en una población completamente vulnerable, un solo enfermo de sarampión puede contagiar a entre 12 y 20 personas.
Esto explica por qué el sarampión sería la primera enfermedad en reaparecer de manera sostenida, incluso bajo las tasas actuales de vacunación. Según los investigadores, otros factores como la desinformación sobre las vacunas, el cansancio social tras la pandemia de COVID-19 y la creciente desconfianza en las instituciones sanitarias están erosionando la cobertura vacunal.
Un riesgo ya visible: los brotes recientes
No se trata solo de predicciones teóricas. Estados Unidos ya ha empezado a ver los primeros signos de alarma. Un brote reciente en Texas infectó a más de 620 personas, causando 64 hospitalizaciones y dos muertes infantiles. Otros estados como California, Oklahoma y Nuevo México también están registrando rebrotes.
Los expertos de Stanford advierten que mientras el sarampión sea prevalente en otras regiones del mundo, la importación de casos a EE.UU. seguirá siendo una amenaza constante. La única barrera efectiva es mantener una inmunidad colectiva alta gracias a la vacunación.
¿Qué regiones corren más peligro?
El análisis reveló importantes diferencias a nivel estatal. Massachusetts, con tasas de vacunación elevadas, presenta bajo riesgo. Sin embargo, estados como Texas y California, que combinan altas tasas de viajes internacionales y descensos en la vacunación, aparecen como zonas de alto riesgo.
El modelo de Stanford, conservador en sus supuestos, ni siquiera contempla el contagio entre estados, por lo que en la práctica, los riesgos podrían ser aún mayores.
¿Quiénes serían los más vulnerables?
Los principales afectados serían las personas no vacunadas, especialmente los bebés entre 6 y 12 meses —demasiado jóvenes para recibir la primera dosis de la vacuna triple viral— y las personas inmunocomprometidas.
Los investigadores recuerdan que enfermedades como el sarampión pueden causar neumonía, encefalitis e incluso la muerte en los casos más graves. Además, las secuelas neurológicas posteriores a la infección pueden ser devastadoras y permanentes.
Una oportunidad para cambiar el rumbo
Pese a este sombrío panorama, el estudio también ofrece un mensaje de esperanza: un pequeño aumento del 5% en la cobertura vacunal sería suficiente para alejar el riesgo de que el sarampión se vuelva endémico.
Los expertos subrayan que pequeñas mejoras en las tasas de vacunación pueden tener un impacto desproporcionadamente grande en la salud pública, actuando como un auténtico “punto de inflexión”.
Además, insisten en que no se debe subestimar el papel de la educación, la confianza en los profesionales de la salud y la lucha contra la desinformación para revertir esta tendencia preocupante.
¿Qué dicen otros estudios y organismos?
La preocupación no es exclusiva de Stanford. Informes recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF y Gavi advierten que el mundo está en riesgo de perder décadas de avances contra las enfermedades prevenibles.
En Estados Unidos, el CDC ha documentado que las coberturas vacunales han disminuido en muchas comunidades, alimentando brotes de sarampión, tosferina y tuberculosis. De hecho, la actual oleada de sarampión ha superado los 800 casos, una cifra inédita en los últimos años.
Estas agencias internacionales piden un esfuerzo conjunto para reforzar los programas de vacunación, combatir la desinformación y asegurar los recursos necesarios para mantener protegida a la población mundial.
Referencias
- Kiang MV, Bubar KM, Maldonado Y, Hotez PJ, Lo NC. Modeling Reemergence of Vaccine-Eliminated Infectious Diseases Under Declining Vaccination in the US. JAMA. Published online April 24, 2025. doi: 10.1001/jama.2025.6495