La gran ola de Kanagawa: una obra maestra del arte japonés

La gran ola de Kanagawa La gran ola de Kanagawa
'La gran ola de Kanagawa' es considerada una de las grandes obras del arte japonés.

¿Qué tienen en común una ola gigante, un volcán sagrado y una revolución artística? La respuesta es una de las obras maestras de la historia del arte: La gran ola de Kanagawa, del pintor japonés Katsushika Hokusai, también conocida como ‘Bajo una ola en altamar en Kanagawa’, o simplemente ‘La ola’.

Esta impresionante imagen forma parte de una serie de 36 vistas del Monte Fuji, el pico más alto y emblemático de Japón, que Hokusai realizó entre 1826 y 1833, cuando tenía más de 70 años.

La gran ola de Kanagawa es uno de los grabados más famosos y reconocibles de la historia del arte. En esta obra, Hokusai captura con maestría la fuerza y la belleza de la naturaleza, así como el contraste entre la tradición y la modernidad que se vivía en el Japón del siglo XIX.

¿Quién fue Katsushika Hokusai?

Katsushika Hokusai (1760-1849) fue uno de los artistas más importantes y prolíficos del estilo ukiyo-e, un género de grabado que se desarrolló en Japón entre los siglos XVII y XX. El ukiyo-e significa “imágenes del mundo flotante” y se refiere a las escenas de la vida cotidiana, el teatro, las fiestas populares y la naturaleza que retrataban estos artistas.

Hokusai empezó a dibujar desde muy joven y aprendió de varios maestros, adoptando diferentes nombres artísticos a lo largo de su carrera. Su obra abarca más de 30.000 dibujos, grabados, pinturas y libros ilustrados, que reflejan su curiosidad y su pasión por el arte. Entre sus temas favoritos estaban los paisajes, los animales, las flores, los mitos y las leyendas.

La obra de Hokusai refleja el contexto histórico en el que vivió, el final del período Edo, una época de aislamiento político y cultural de Japón respecto al resto del mundo. Sin embargo, a principios del siglo XIX, se produjeron una serie de cambios que alteraron la estabilidad del país, como el aumento demográfico, las hambrunas, las revueltas campesinas y la presión de las potencias extranjeras para abrir el comercio.

En este escenario, surgió una nueva clase social urbana, los chōnin, formada por comerciantes y artesanos, que demandaban un arte más accesible y popular que el tradicional.

Así nació la escuela ukiyo-e, que significa “imágenes del mundo flotante”, y que se caracterizaba por el uso de la xilografía, una técnica de grabado en madera que permitía reproducir las imágenes en serie y abaratar los costes.

Los temas principales de esta escuela eran las escenas cotidianas de la vida urbana, especialmente del distrito del placer de Edo (actual Tokio), donde se concentraban los teatros, los burdeles y los restaurantes. También se representaban paisajes, actores, guerreros y bellezas femeninas.

El pintor Katsushika Hokusai
Retrato del pintor Katsushika Hokusai. Créditos: Wikimedia Commons

¿Qué representa La gran ola de Kanagawa?

La gran ola de Kanagawa es el primer grabado de la serie 36 vistas del Monte Fuji, que Hokusai realizó entre 1831 y 1833.

En esta serie, el artista muestra el Monte Fuji desde diferentes ángulos y estaciones del año, combinándolo con escenas de la vida rural y urbana.

En La gran ola, Hokusai representa una escena dramática en la que una enorme ola se eleva sobre el mar, amenazando con engullir a tres barcas de pescadores que se aferran a sus remos.

Al fondo, se ve el Monte Fuji, pequeño y tranquilo, enmarcado por la curva de la ola. El contraste entre el movimiento y la quietud, entre lo cercano y lo lejano, entre lo humano y lo divino, crea un efecto visual impactante y simbólico.

¿Cómo se hizo?

La gran ola de Kanagawa se realizó mediante la técnica de la xilografía, que consiste en tallar una plancha de madera con un diseño y aplicarle tinta para estamparla sobre papel. Para hacer un grabado en color, se necesitaban varias planchas, una para cada tono.

Hokusai utilizó un pigmento azul de origen europeo, el azul de Prusia, que le permitió crear un gradiente de tonos que va desde el azul oscuro hasta el blanco. Este color le dio un toque más moderno y vibrante a su obra, que contrastaba con el tradicional azul índigo que se usaba en Japón.

Cuando la obra maravilló a Vincent van Gogh

La obra de Hokusai tuvo una gran repercusión tanto dentro como fuera de Japón. Dentro de su país, inspiró a otros artistas del ukiyo-e, como Hiroshige o Utamaro. Fuera de su país, su obra llegó a Europa a finales del siglo XIX, gracias al comercio y al interés por el arte oriental.

Los pintores impresionistas quedaron fascinados por el estilo y la temática de Hokusai, que les abrió nuevas posibilidades expresivas. Uno de los más fervientes admiradores fue Vincent van Gogh, que coleccionó varios grabados japoneses y plasmó en su obra ‘La noche estrellada’ algunos rasgos de ‘La gran ola’.

La gran ola de Kanagawa es una obra maestra del arte japonés que ha trascendido las fronteras culturales y temporales. Su belleza e intensidad siguen cautivando a millones de personas en todo el mundo.

Total
0
Shares