Un estudio revela las enfermedades que sufrieron los antiguos egipcios y nubios y su relación con el Nilo

Un estudio revela las enfermedades que sufrieron los habitantes del antiguo Egipto y cómo el río que fue el centro de su civilización influyó en su prevención y transmisión.
Enfermedades de las momias del antiguo Egipto Enfermedades de las momias del antiguo Egipto
Un antropólogo biológico analiza los datos de 31 estudios de momias procedentes de Egipto y Nubia y descubre las infecciones que padecieron, muchas de ellas relacionadas con el Nilo y sus ecosistemas. Foto: Istock

Las momias egipcias son una de las fuentes más valiosas de información sobre una de las civilizaciones más poderosas y longevas de la historia. Gracias a las técnicas de conservación de los antiguos egipcios, podemos conocer aspectos de su cultura, su lengua y su política, pero también de su salud. Un nuevo estudio ha revelado detalles íntimos de las enfermedades que afectaron a los habitantes del antiguo Egipto, así como el papel protector que jugó el Nilo, el río que fue el eje de su sociedad.

El estudio, publicado recientemente en la revista Advances in Parasitology, es obra de Piers D. Mitchell, un antropólogo biológico de la Universidad de Cambridge. Mitchell analizó los datos de 31 estudios de momias procedentes de Egipto y de la vecina Nubia, otra antigua civilización que se extendió entre el sur de Egipto y el norte de Sudán desde el año 2000 a.C.

Los resultados muestran que los egipcios y los nubios sufrieron una gran carga de enfermedades infecciosas, muchas de ellas transmitidas por insectos que se reproducían en las zonas pantanosas del Nilo o en las sabanas más secas.

¿Cuáles eran las enfermedades infecciosas que más comúnmente padecían los antiguos egipcios?

Entre las enfermedades detectadas en las momias, destacan las siguientes:

  • Parásitos intestinales: el 65% de las momias tenían gusanos parásitos, como lombrices, tenias o anquilostomas. Estos parásitos podían causar anemia, desnutrición, diarrea y dolor abdominal.
  • Piojos: el 40% de las momias tenían piojos en la cabeza, lo que indica que la higiene personal era deficiente. Los piojos podían provocar irritación, infecciones y transmitir otras enfermedades, como la fiebre tifoidea o el tifus.
  • Malaria: el 22% de las momias que fueron analizadas para detectar el Plasmodium falciparum, el parásito que causa la forma más grave y mortal de la malaria, lo tenían. La malaria podía provocar fiebre, escalofríos, sudoración, dolor de cabeza, vómitos y, en los casos más severos, coma y muerte.
  • Leishmaniasis: el 13% de las momias tenían leishmaniasis, una enfermedad parasitaria que se transmite por la picadura de las moscas de la arena. La leishmaniasis podía causar úlceras en la piel, inflamación de los ganglios, fiebre, pérdida de peso y, en su forma visceral, el agrandamiento de los órganos internos y la muerte.
  • Toxoplasmosis: el 9,5% de las momias egipcias y el 13% de las nubias tenían toxoplasmosis, una enfermedad causada por un parásito que se encuentra en las heces de los gatos. La toxoplasmosis podía causar síntomas leves, como fiebre, dolor muscular o ganglios inflamados, o complicaciones graves, como daño cerebral, ocular o fetal.

De acuerdo al autor del análisis, estas enfermedades debieron de tener un gran impacto en la salud y la calidad de vida de los antiguos egipcios y nubios, así como en el funcionamiento de su sociedad. Y algunas de ellas también revelan aspectos de su cultura y su historia.

Por ejemplo, la presencia de leishmaniasis en las momias egipcias podría indicar que contrajeron la enfermedad al viajar a Nubia en busca de oro y esclavos, ya que esta región era más seca y tenía más moscas de la arena.

Por otro lado, la ausencia de parásitos como el oxiuro o el ascaris, que se transmiten por las heces y que eran comunes en otras civilizaciones antiguas, podría deberse a que el Nilo proporcionaba un abono natural para los cultivos con sus inundaciones anuales, lo que reducía la necesidad de usar estiércol animal o humano.

Asimismo, el culto a los gatos en el antiguo Egipto podría haber favorecido la propagación de la toxoplasmosis entre los humanos que entraban en contacto con los felinos que eran momificados o usados en ofrendas religiosas.

¿Cómo se detectaron las enfermedades durante el análisis?

Para detectar estas enfermedades en las momias, los investigadores utilizaron diferentes métodos, según el estado de conservación de los restos. Algunos usaron escáneres de tomografía computarizada (TC) para analizar los tejidos y los huesos sin desenrollar el lino que los envolvía.

Estudio a las momias egipcias
Un nuevo estudio muestra las enfermedades infecciosas que afectaron a los egipcios y los nubios. Foto: Istock

Otros usaron análisis de ADN para identificar los parásitos de la malaria, la leishmaniasis o la toxoplasmosis en el tejido blando de las momias. Cuando se trataba de momias que se habían momificado de forma natural, los investigadores buscaban los parásitos intestinales dentro del cadáver. Pero cuando se trataba de momias que habían sido embalsamadas y preparadas adecuadamente, los investigadores tenían que buscar los órganos intestinales en los vasos canopos, los recipientes que los antiguos egipcios usaban para guardar los órganos por separado después del proceso de momificación.

Estos métodos permiten obtener información valiosa sobre la salud de los antiguos egipcios y nubios, pero también plantean algunos desafíos y limitaciones. Por ejemplo, no todas las momias se conservan igual de bien, y algunas pueden haber sufrido daños o contaminaciones a lo largo de los siglos.

Además, no todas las enfermedades dejan rastros visibles o genéticos en las momias, por lo que es posible que haya otras patologías que no se hayan podido detectar. Por último, el número de momias disponibles para el estudio es limitado, y no siempre representan a toda la población o a todas las épocas de la historia egipcia y nubia.

A pesar de estas dificultades, el estudio de Mitchell ofrece una visión fascinante de la salud y la cultura de una de las civilizaciones más influyentes de la humanidad. Al examinar las momias egipcias, podemos aprender más sobre cómo vivieron, cómo murieron y cómo se relacionaron con su entorno y con otras sociedades.

Las momias egipcias son, en definitiva, un tesoro de conocimiento que nos ayuda a comprender mejor nuestro pasado y nuestro presente.

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