El conflicto entre Israel y Palestina ha vuelto a estallar con una violencia sin precedentes. El grupo islamista Hamás, que controla la Franja de Gaza, lanzó el pasado sábado un ataque masivo contra el sur de Israel, utilizando cohetes, parapentes y excavadoras para penetrar en el territorio israelí. Israel respondió con una ofensiva aérea y terrestre que ha causado cientos de muertos y miles de heridos en ambos bandos.
En medio de este escenario bélico, la desinformación y la propaganda se han extendido por las redes sociales, especialmente por X (antes Twitter), la plataforma dirigida por Elon Musk. Según ha denunciado el comisario europeo de Mercado Interior y Servicios, Thierry Breton, X se está utilizando para difundir contenidos ilegales, falsos y manipulados sobre el conflicto, poniendo en riesgo la seguridad y los derechos fundamentales de los usuarios europeos.
En una carta “urgente” enviada este martes a Musk, Breton le ha recordado que X debe cumplir con la ley europea de servicios digitales, que entró en vigor el pasado noviembre y que establece obligaciones sobre la moderación de los contenidos, la transparencia y la rendición de cuentas de las plataformas en línea. Breton le ha instado a tomar medidas y a responder en un plazo de 24 horas de manera “precisa y completa”. En caso contrario, X podría enfrentarse a sanciones por incumplir la ley de la UE.
Following the terrorist attacks by Hamas against 🇮🇱, we have indications of X/Twitter being used to disseminate illegal content & disinformation in the EU.
Urgent letter to @elonmusk on #DSA obligations ⤵️ pic.twitter.com/avMm1LHq54
— Thierry Breton (@ThierryBreton) October 10, 2023
“Tenemos informes de fuentes cualificadas que avisan de contenido potencialmente ilegal que circula en su servicio, pese a los avisos urgentes de las autoridades pertinentes”, dice la misiva que el comisario ha difundido en la propia red X. Breton se refiere a imágenes antiguas reutilizadas de conflictos armados no relacionados, imágenes militares que en realidad se originaron en videojuegos y “hechos falsos y manipulados”.
Musk ha contestado que la red social se basa en un código “transparente” y ha instado a Breton a enumerar las violaciones “para que el público pueda verlas”, ha escrito también en X. Musk ha defendido que X es una plataforma abierta y descentralizada, donde los usuarios pueden expresarse libremente y verificar la información por sí mismos.
Es la enésima polémica entre las instituciones comunitarias y Musk por los cambios en X, que abandonó el código voluntario contra la desinformación para cumplir con las leyes europeas al que otras compañías, como Facebook o Google sí se han sumado. Las nuevas normas comunitarias dictan que las empresas de redes sociales deben responder a las quejas sobre contenido ilegal en un plazo de 24 horas y que pueden impugnar las quejas de los usuarios, pero existe un proceso de apelación para los consumidores.
En los últimos días, Musk recomendó además seguir la información sobre los ataques de Hamás y la guerra de Israel contra la milicia islamista a través de cuentas que se ha demostrado que difundían contenido falso. Entre ellas, se encuentra la cuenta oficial de Hamás, que publicó vídeos e imágenes manipuladas para mostrar supuestos éxitos militares contra Israel. También se han difundido mensajes antisemitas, incitaciones al odio y al terrorismo, y teorías conspirativas sobre el origen y el objetivo del conflicto.
“Debe ser muy transparente y claro sobre qué contenido está permitido según sus términos y hacer cumplir sus propias políticas de manera consistente y diligente”, dice la carta de Breton, una de las voces más duras contra Musk y los incumplimientos constantes de X. “Esto es particularmente relevante cuando se trata de contenido violento y terrorista que parece circular en su plataforma. Sus últimos cambios en las políticas de interés público que se produjeron de la noche a la mañana dejaron inseguros a muchos usuarios europeos”, añade el comisario, que insta al director ejecutivo de X a tomar medidas y eliminar el contenido “relevante cuando esté justificado” y a ponerse en contacto con las autoridades como Europol.
La ley europea de servicios digitales es una herramienta reguladora pionera a escala mundial y establece una referencia internacional para un enfoque regulador de los intermediarios en línea. Con la ley, la UE pretende garantizar un entorno en línea más seguro y responsable, proteger mejor a los consumidores y sus derechos fundamentales, y fomentar la innovación, el crecimiento y la competitividad en el mercado único. La ley se aplica a todos los servicios digitales que conectan a los consumidores con bienes, servicios o contenidos, pero introduce un régimen especial para las plataformas con más de 45 millones de usuarios, como X, que deben cumplir con obligaciones adicionales que incluyen evaluaciones anuales de los riesgos de perjuicio de sus servicios en línea.
La polémica entre la UE y X se produce en un momento de tensión entre Europa y Estados Unidos por la regulación de las grandes empresas tecnológicas, que han sido acusadas de abuso de posición dominante, evasión fiscal, violación de la privacidad y difusión de desinformación. La UE ha sido pionera en adoptar medidas legislativas para hacer frente a estos desafíos, como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) o la Ley de Mercados Digitales (DMA), que busca limitar el poder de las plataformas digitales consideradas como “guardianes” del mercado único. Estados Unidos también ha iniciado acciones legales contra algunas de estas empresas, como Google o Facebook, por prácticas anticompetitivas.
El conflicto entre Israel y Palestina ha puesto de manifiesto la importancia y la responsabilidad de las plataformas digitales a la hora de informar sobre lo que ocurre en el mundo. La UE ha dejado claro que no tolerará que se utilicen para difundir contenidos ilegales o dañinos para la sociedad, y que exigirá el cumplimiento de sus normas. X tendrá que decidir si se adapta a las exigencias europeas o se arriesga a perder el acceso a uno de los mercados más grandes y regulados del mundo.
