La historia olvidada de la peste de Caragea, la epidemia que arrasó Valaquia en el siglo XIX

Descubre la peste de Caragea, una de las peores epidemias de peste bubónica que se produjo en Valaquia, una región histórica de Rumanía, en el siglo XIX, y que tuvo un gran impacto social, económico, político y cultural.
Peste de Caragea Peste de Caragea
El triunfo de la muerte. Detalle del óleo de Peter Brueghel. Créditos: Wikimedia Commons

La peste bubónica es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Yersinia pestis, que se transmite por la picadura de pulgas infectadas que viven en roedores como ratas y ardillas. Los síntomas de la peste incluyen fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, ganglios linfáticos inflamados (bubones) y, en algunos casos, hemorragias internas y externas. Sin tratamiento, la peste puede ser mortal en un plazo de 3 a 7 días.

La peste bubónica ha sido responsable de algunas de las mayores catástrofes de la historia de la humanidad, como la peste negra que asoló a Europa en el siglo XIV y mató a entre el 30% y el 60% de su población. Sin embargo, la peste no desapareció después de ese periodo, sino que siguió reapareciendo en diferentes regiones y épocas, causando nuevos brotes y epidemias.

Una de estas epidemias fue la peste de Caragea, que se produjo en Valaquia, una región histórica de Rumanía, entre los años 1813 y 1814. Esta plaga coincidió con el gobierno del príncipe fanariota Ioan Caradja, que había sido nombrado por el sultán otomano como gobernante de Valaquia en 1812. De ahí que la peste lleve su nombre, aunque él no fue el culpable de su origen ni de su propagación.

El origen de la peste de Caragea

El origen de la peste de Caragea se remonta a Estambul, la capital otomana, donde la enfermedad ya hacía estragos desde 1812. Se cree que la plaga llegó a Valaquia con el séquito de Caradja, que venía de Estambul para asumir el trono. Uno de los hombres que acompañaban a Caradja enfermó y murió, y se sospecha que fue la fuente de la infección en Valaquia, aunque la siguiente muerte reportada por la peste en Valaquia ocurrió en junio de 1813.

La primera víctima de la peste bubónica en Valaquia fue un hombre que vivía en Văcărești, un barrio de Bucarest, la capital de Valaquia. A partir de entonces, la epidemia se extendió rápidamente por la ciudad y el resto del país, causando miles de víctimas. La peste no distinguía entre ricos y pobres, cristianos y judíos, hombres y mujeres, niños y ancianos. Todos eran susceptibles de contraer la enfermedad y morir por ella.

Caradja intentó contener la plaga con medidas de cuarentena, higiene y aislamiento. Ordenó cerrar las puertas de la ciudad, revisar las casas en busca de enfermos, expulsar a los extranjeros y mendigos, lavar el dinero en vinagre y prohibir las reuniones en pubs y cafeterías. También fundó dos hospitales de cuarentena, uno en Teleorman y otro en el condado de Giurgiu.

Sin embargo, estas medidas fueron insuficientes y muchas veces ignoradas por la población. La falta de atención médica calificada, la pobreza, el hacinamiento y la superstición favorecieron la propagación de la plaga, que se convirtió en una amenaza constante para la vida y la salud de los valacos. Los enfermos de peste eran llevados a hospitales de cuarentena, como el de Dudești, pero pronto estos lugares se convirtieron en fosas comunes, donde morían sin asistencia ni consuelo. Los muertos eran enterrados en fosas sin ceremonia ni acompañamiento.

Ante el avance de la plaga, Caradja permitió que la gente huyera de la ciudad, pero pidió que evitaran el contacto con los aldeanos. Él mismo se trasladó a Cotroceni, un palacio a las afueras de Bucarest. Se estima que dos tercios de los habitantes de la ciudad escaparon, buscando refugio en otras zonas más seguras o menos afectadas por la plaga.

¿Cuántas personas fallecieron en Valaquia a consecuencia de la peste?

La peste de Caragea duró hasta 1814, cuando empezó a remitir gracias a las medidas sanitarias y a la inmunidad adquirida por los supervivientes. Se calcula que la plaga mató a entre el 10% y el 25% de la población de Valaquia, unos 60.000 a 150.000 habitantes. Esta cifra puede parecer pequeña en comparación con otras epidemias de peste, pero hay que tener en cuenta que Valaquia era una región poco poblada y rural, con una densidad de unos 20 habitantes por kilómetro cuadrado.

Se calcula que la plaga mató a entre el 10% y el 25% de la población de Valaquia, unos 60.000 a 150.000 habitantes.

También tuvo un gran impacto social, económico y político en Valaquia. La escasez de mano de obra, el aumento de los impuestos, la corrupción y el descontento popular provocaron una serie de revueltas campesinas contra el régimen de Caradja, que fue acusado de negligencia e incompetencia. Estas revueltas fueron reprimidas con violencia por las autoridades, lo que aumentó el resentimiento y la hostilidad hacia el príncipe fanariota.

Y dejó una profunda huella en la cultura y la memoria colectiva de los valacos. Muchos escritores, poetas, pintores y músicos se inspiraron en este acontecimiento para crear obras que reflejaban el horror, el sufrimiento y la esperanza de su pueblo. Algunos ejemplos son el poema “La peste de Caragea” de Ion Heliade Rădulescu, el cuadro La peste de 1813 de Gheorghe Tattarescu, la novela La peste de Mihail Sadoveanu y la ópera La peste de Nicolae Bretan.

La peste de Caragea fue una de las mayores catástrofes de la historia de Rumanía, pero también una oportunidad para el despertar de la conciencia nacional y el anhelo de libertad de los valacos. A pesar de la tragedia, la plaga no pudo acabar con la resistencia y la creatividad de un pueblo que supo sobreponerse al dolor y la adversidad.

Referencias:

  • Ştirbu, M., & Anghel, C. (2006). Flagel lipicios și mortal [Azote resistente y mortal]. Jurnalul Național.
  • Ziua. (2006). 40.000 de focare de ciumă sub București [40,000 focos de peste bajo Bucarest].
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