Una noche de música que acabó en tragedia: Netflix revive la pesadilla de Astroworld en un documental que te dejará sin aliento

La plataforma estrena una investigación sobre uno de los conciertos más fatídicos de la historia reciente, desvelando las grietas de la industria musical y la fragilidad del espectáculo masivo.
Tragedia de Astroworld en 2021 Tragedia de Astroworld en 2021
Netflix estrena un documental que desvela los fallos catastróficos que convirtieron el festival Astroworld en una tragedia histórica. Foto: Istock

La noche del 5 de noviembre de 2021 debía ser una celebración. Cincuenta mil personas llenaron el NRG Park de Houston para el Astroworld Festival, una fiesta creada por Travis Scott, uno de los artistas más influyentes del rap contemporáneo. Lo que comenzó como una experiencia eufórica, con la promesa de una actuación inolvidable, terminó convirtiéndose en una escena de caos, gritos y muerte. Diez jóvenes perdieron la vida —el menor tenía solo nueve años— y cientos resultaron heridos en una avalancha humana que la seguridad no pudo contener.

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Netflix recupera este episodio en ‘Fiasco total: La tragedia del festival Astroworld’, un documental dirigido por Yemi Bamiro, conocido por su mirada crítica a la cultura urbana. La pieza forma parte de una serie de documentales que examinan desastres en eventos públicos, y en este caso, se adentra sin tapujos en las sombras de un espectáculo que, a ojos del mundo, parecía tenerlo todo controlado.

Pero lo que emerge en pantalla es una coreografía del desastre: imágenes de móviles muestran a jóvenes siendo aplastados contra las vallas, mientras el show continúa como si nada. Algunos trepan torres de iluminación rogando a los técnicos que detengan la música. Las súplicas no fueron escuchadas a tiempo.

El documental no es un simple repaso cronológico. Más bien, es un análisis milimétrico de las decisiones —o la falta de ellas— que condujeron al colapso. Desde la falta de rutas de escape hasta una planificación deficiente de la distribución del público, pasando por una alarmante escasez de personal con capacidad real de detener el espectáculo en caso de emergencia. La estructura narrativa alterna testimonios de supervivientes, imágenes inéditas y la voz de expertos en seguridad de eventos, que desmenuzan lo que consideran un manual de lo que no se debe hacer.

Uno de los puntos más controvertidos, y que la cinta no esquiva, es la responsabilidad del propio Travis Scott. El documental recoge cómo en años anteriores el festival ya había presentado comportamientos preocupantes, con asistentes derribando vallas o superando zonas restringidas, hechos que incluso fueron utilizados en campañas promocionales como símbolo de la “energía” del evento. En Astroworld 2021, esa exaltación se convirtió en tragedia.

La narrativa tampoco olvida a Live Nation, el gigante detrás de la organización del festival. A pesar de haber desplegado un aparente despliegue de seguridad con más de 1.000 agentes entre policías y seguridad privada, los protocolos fallaron estrepitosamente. Solo dos personas tenían la autoridad para detener el concierto. Para cuando se tomó una decisión, el daño ya era irreversible.

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Uno de los aspectos más impactantes del documental es cómo muestra la desconexión entre el escenario y la multitud. Mientras el público se asfixiaba, la música no cesaba. Un técnico de audio llegó a informar por radio que había múltiples personas en parada cardiorrespiratoria, pero la decisión fue continuar el espectáculo, supuestamente para evitar una estampida aún mayor. Ese contraste —la fiesta arriba, la tragedia abajo— es uno de los retratos más crudos de lo que ocurrió aquella noche.

La cinta también dedica espacio a las secuelas. Las familias de las víctimas emprendieron acciones legales que, en su mayoría, se resolvieron fuera de los tribunales. Travis Scott evitó cargos penales, pero su imagen pública quedó profundamente marcada. Desde entonces, el festival Astroworld no se ha vuelto a celebrar.

El impacto cultural de la tragedia también es un tema que la producción aborda. En un mundo donde los conciertos son experiencias casi religiosas, Astroworld supuso una sacudida para la industria del entretenimiento. ¿Puede el culto a la celebridad justificar el riesgo? ¿Hasta qué punto se prioriza el espectáculo sobre la seguridad? Son preguntas incómodas que el documental plantea sin necesidad de sermonear.

‘Fiasco total: La tragedia del festival Astroworld’ no solo busca recordar una noche fatídica. También es una llamada de atención sobre cómo entendemos los eventos multitudinarios en la era del streaming, las redes sociales y la cultura de la inmediatez. En su esencia, muestra cómo la maquinaria del entretenimiento puede aplastar, a veces literalmente, a quienes la alimentan.

El cine documental de investigación tiene en esta obra un nuevo ejemplo de cómo lo audiovisual puede ser también herramienta de justicia y memoria. Yemi Bamiro logra equilibrar el respeto por las víctimas con un análisis riguroso, sin convertir la historia en un espectáculo más. En tiempos donde todo parece pasar rápido, su trabajo invita a detenerse, mirar con atención y exigir respuestas.